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martes, 11 de septiembre de 2012

Construyendo un mundo más inteligente y sustentable, ciudad por ciudad

Construyendo un mundo más inteligente y sustentable, ciudad por ciudad

Vivimos en un mundo cada vez más interconectado e instrumentado y tenemos una oportunidad única para que las cosas se hagan mejor, de forma más eficiente y productiva. Para poder aprovechar este momento, es importante que las empresas tengan un modelo de negocios responsable y sustentable a lo largo del tiempo. Nos referimos a contar con planes detallados que engloban las acciones debajo de un objetivo claro. No se trata de actividades sueltas, sino de una estrategia que busque cambiar la realidad de los diferentes públicos de interés de manera permanente. Creemos que "hacer" Responsabilidad Social Empresaria (RSE) es involucrarse más allá de invertir, es acompañar y desarrollarse junto a la sociedad. Sólo así podemos garantizar un impacto real y duradero.

El objetivo de IBM es hacer que el mundo funcione mejor, tanto a nivel del negocio como desde el punto de vista del desarrollo local de las comunidades donde opera.

El primer paso para tener éxito en la estrategia de Responsabilidad Social es alinearla con los objetivos de la compañía, para que se genere una retroalimentación que beneficie a todos, somos una empresa con procesos sustentables desde cada una de sus unidades de negocios y programas.

Una vez establecido el objetivo a largo plazo, el segundo paso es trazar una estrategia para alcanzarlo. Se trata de definir los ejes de trabajo y explicar claramente qué queremos conseguir con cada una de las acciones que realizaremos. Por ejemplo, en el caso de IBM Argentina, la estrategia de Ciudadanía Corporativa tiene como principales ejes de trabajo a la educación, la reducción de la brecha digital, el cuidado del medio ambiente y el fortalecimiento organizacional de las entidades sin fines de lucro. Consideramos que estos elementos son fundamentales para construir un mundo más inteligente y sustentable. La definición de los ejes de trabajo nos permite también establecer el ámbito donde desarrollaremos las actividades. En nuestro caso, nos centramos en las comunidades donde IBM está presente en todo el país. Desde hace algunos años, la compañía está trabajando fuertemente en su estrategia de expansión geográfica y nuestros programas de Ciudadanía Corporativa acompañan esta decisión de negocio, impulsando diferentes acciones para potenciar el desarrollo de ciudades, ciudadanos, estudiantes y emprendedores de todo el país.

Otro paso muy importante es el compromiso de los empleados, ya que su dedicación en las actividades de voluntariado permite que aporten la misma experiencia y talento que brindan a sus clientes, pudiendo así obtener resultados de impacto. Debemos trabajar en la comunicación clara de nuestros objetivos, explicar cómo, a quiénes y por qué estamos llevando a cabo determinados programas. Desde IBM ponemos a su disposición más de 140 herramientas de capacitación y a través de nuestro programa de voluntariado "On Demand Community", los empleados pueden cargar las horas que dedican a una organización elegida por ellos y cuando se alcanzan las 40 horas, realizamos una donación equivalente en dinero o equipamiento tecnológico. El año pasado (2011) alcanzamos un nuevo récord de participación al completar más de 20.000 horas de voluntariado de 2,000 empleados que dedicaron su tiempo en más de 75 proyectos.

Una vez definidos los pasos para desarrollar una estrategia exitosa de RSE, debemos avanzar un poco más y lograr la integración de toda la organización. Desde nuestra empresa consideramos que la RSE debe entenderse como un camino a recorrer por parte de las compañías y sus públicos de interés, con objetivos comunes a mediano y largo plazo. Para alcanzar un impacto real, es necesario que la estrategia esté integrada con los procesos de toma de decisiones y la operación del día a día, así logramos trabajar todos por el mismo objetivo. De esta manera, las actividades de Ciudadanía Corporativa pasan a un primer plano e invaden la cultura organizacional de forma transversal.

Muchas empresas realizan acciones, pero para poder dar ese paso que integra los programas y el negocio es necesario contar con el compromiso de la alta gerencia, para que comprendan la importancia de la planificación y la definición de ejes de trabajo y ámbito de incidencia. También es fundamental definir claramente el camino a seguir y contar con el compromiso de los mandos medios y de los empleados, ya que son ellos los principales protagonistas, quienes dedican su tiempo y capacidad para impulsar el combustible del motor de la cultura organizacional.

Cada una de las acciones que realizamos genera valor en diferentes segmentos: ambiental, social, económico y tecnológico. Es importante comunicarlo constantemente y a través de acciones específicas que lleguen a transmitir la generación de valor de forma eficaz. Finalmente, es relevante presentar resultados tangibles y que puedan ser valorados por los receptores. De esta manera, las acciones se verán como parte de una estrategia responsable y sustentable y no como actividades aisladas y sin un objetivo concreto.

Medir, impactar y comunicar
Para medir los resultados y el impacto que generan estas acciones, todos los años presentamos un balance social corporativo. Ello nos permite contrastar la evolución que año a año demuestran el fortalecimiento de la integración de la visión de IBM, en términos de sustentabilidad con los objetivos de negocio. Como reconocimiento al trabajo que realizamos, hace cinco años alcanzamos el nivel "A" del Global Reporting Initiative (GRI). Además, para poder genera más valor a nivel local, en 2011 lanzamos nuestra primera memoria de Ciudadanía Corporativa en Argentina, para concentrar el trabajo que realizamos en nuestro país. Es un gran ejercicio ya que no sólo compilamos actividades y números, sino que además nos permite presentar el detalle de nuestras acciones y realizar un exhaustivo seguimiento, interno y externo.

Como mencionamos anteriormente, el compromiso de nuestros empleados es clave para el éxito de nuestra estrategia de Ciudadanía Corporativa. Por este motivo, trabajamos fuertemente en la comunicación de las actividades, los objetivos y siempre explicamos por qué haremos cada cosa, quiénes son los destinatarios y cómo serán beneficiados. En este sentido, comenzamos el año conreuniones en cada una de las oficinas de IBM donde hablamos con los colaboradores sobre Ciudadanía Corporativa, los ejes de trabajo y los programas que venimos realizando. Les explicamos en qué consisten, cómo pueden participar y los invitamos a sumarse como voluntarios en las áreas que consideren de mayor interés y puedan aportar más valor.

Asimismo, trabajamos en el desarrollo de proveedores locales alineados a la estrategia de RSE de IBM para que puedan expandir sus fronteras a otros países de la región. Además, contamos con un canal de comunicación directo a través del cual, cada empleado de IBM puede realizar consultas sobre proyectos o postular una organización para trabajar. Incorporamos nuevas estrategias de comunicación en redes sociales para lograr de esta manera una llegada a un público más amplio, que también se interesa por conocer las prácticas de la compañía en términos de RSE.

Aprendizajes y perspectivas futuras
En los últimos años, notamos cómo las empresas están dando mayor importancia a la medición del impacto de las acciones que realizan. De esta manera es posible medir los resultados al compararlos con la estrategia del negocio, es decir, podemos comprobar que estamos realizando un cambio real en las comunidades donde llevamos a cabo las actividades. Otro gran aprendizaje es la importancia de determinar el área de impacto de nuestros programas. Cada empresa debe definirlo de acuerdo a sus intereses y cómo considera que podrá generar más valor. En nuestro caso, nos centramos en las comunidades en las que IBM opera a lo largo de todo el país. Al trabajar en conjunto con instituciones y emprendedores locales garantizamos el desarrollo sustentable concentrando el trabajo en un área determinada, podemos darle seguimiento y reforzar los programas cuando sea necesario.

Sobre las tendencias en materia de responsabilidad social y sustentabilidad, es destacable ver cómo el sector empresario está experimentando una mayor integración hacia dentro de la compañía. En este sentido, creemos que para obtener los mejores resultados es fundamental construir alianzas que generen sinergia no solamente desde adentro, sino también aprovechando el impacto que la RSE está teniendo en los organismos estatales en todos sus niveles.

Otra tendencia que observamos es que los consumidores están cada vez más informados y demandan más de las compañías, ya no se conforman con las actividades sueltas y aisladas, quieren conocer más sobre la estrategia de Responsabilidad Social de la empresa a la que le compran, en la que trabajan y con las que se relacionan. Quieren entender por qué hacen lo que hacen y el valor que tiene su aporte en la realidad de aquellos con menos recursos. De la mano de este cambio en el tipo de consumidor, las redes sociales son un canal de diálogo más que interesante para generar interacción e informar. Las organizaciones empresarias comenzaron a comprender la importancia del diálogo online, bidireccional, y los usuarios aprecian los contenidos con valor. En nuestro caso, estamos recibiendo una gran cantidad de consultas sobre nuestros programas y planes, de empleados y de organizaciones o instituciones que están interesadas en trabajar con nosotros.

Es sumamente alentador observar la evolución de los programas de RSE de las compañías en Argentina. Cada vez somos más las organizaciones involucradas en el desarrollo de estrategias a largo plazo, alineadas con los objetivos del negocio, con planes concretos que nos permiten generar mayor impacto. Todavía queda mucho trabajo por hacer, pero cada vez somos más los que estamos dispuestos a trabajar por la construcción de un mundo más inteligente y sustentable, ciudad por ciudad.

Alejandro Toscano · Licenciado en Comercialización, posee experiencia en el área debido a su trabajo en instituciones del tercer sector como la Fundación SES, la Fundación Huésped y la Fundación de Organización Comunitaria (FOC). Entre septiembre de 2004 y enero de 2006 trabajó en el área de Responsabilidad Social Empresaria de Petrobras Energía. Actualmente se desempeña como Gerente de Ciudadanía Corporativa de IBM, es responsable de la ejecución de Responsabilidad Social Corporativa de la compañía. Este artículo apareció originalmente en Evolución.

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Saludos
Rodrigo González Fernández
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aprendamos con enrique dans : Los infinitos abusos del copyright (y la escasa voluntad para ponerles coto)

Los infinitos abusos del copyright (y la escasa voluntad para ponerles coto)

Escrito a las 11:44 am
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Una interesante, juiciosa y equilibrada propuesta de TorrentFreak: imponer sanciones a quienes emitan peticiones de  retirada de contenidos no fundamentadas, a quienes abusen de los sistemas de reclamación. Puede articularse como una multa por formular peticiones de retirada no fundamentadas, como un sistema de tres avisos, o de muchas otras maneras, pero es fundamental poner coto a estos desmanes: según la propia Google, el 37% de todas las reclamaciones que reciben en virtud de la DMCA son inválidas, y el número de peticiones, cobijadas por un sistema completamente sesgado, está escalando de manera desmesurada. En virtud de estas peticiones incorrectas estamos viendo abusos de todo tipo, censuras incorrectamente aplicadas, contenidos inaccesibles que no deberían serlo, o interrupciones en servicios perfectamente legítimos.

A la izquierda, la enésima notificación que YouTube me envía informándome de que alguno de los vídeos que tengo en mi cuenta han sido objeto de una denuncia por infracción de copyright, y que en consecuencia han sido bloqueados y penalizada mi cuenta. Resulta sorprendente, con la de veces que he recibido este tipo de mensajes, que mi cuenta se mantenga aún en su sitio y con todos sus privilegios (y más sorprendente aún que el vídeo siga ahí, accesible al menos para mí, para que pueda seguir utilizándolo tranquilamente).

Muchos de los vídeos que subo a mi canal de YouTube están ahí porque los utilizo habitualmente en mis clases. Se trata por lo general de escenas de películas: cuando veo una película y pienso que una escena puede servirme para remarcar, ilustrar o evocar un concepto, la extraigo y la subo a YouTube para poder utilizarla cómodamente en dichas clases. Se trata siempre de fragmentos muy cortos, una parte minúscula sobre la obra total, y que es utilizada en un contexto académico. Por supuesto, sé que la propiedad intelectual de la obra pertenece a un tercero, como sé que siempre que he pedido permiso a uno de esos terceros para utilizar un fragmento en mis clases (a pesar de la dificultad que supone contactar para algo así cuando no existe ningún sistema razonable organizado para hacerlo), he sido convenientemente autorizado. Utilizar un fragmento de una película en una clase no puede suponer un perjuicio para el propietario de sus derechos: si alguien cree que un alumno va a dejar de ir a ver una película por el hecho de haber visto una de sus escenas en una de mis clases, que se lo haga mirar: todo lo más podría ocurrir lo contrario, que el alumno evoque dicha película y la quiera ver o volver a ver.

El día que YouTube me suspenda la cuenta, me iré a Vimeo, DailyMotion, Veoh, Viddler, Blip.tv o a cualquier otro. O los subiré a mi Dropbox, o a mi iCloud, o a mi propio servidor, o me los llevaré en mi disco duro, o en un pendrive, o donde sea. Si Google no es capaz de diferenciar una infracción de copyright de un profesor que pretende usar un diminuto fragmento de una película para ilustrar una clase, qué le vamos a hacer, tendré que cambiar de herramienta e irme a otro sitio. Al usuario al que se le retiran contenidos, aunque sea de manera incorrecta o no correctamente fundamentada, se le sanciona. Pero a quienes emiten peticiones indiscriminadas e incorrectas y abusan del sistema, no les pasa nada.

Resulta absurdo suponer que por colgar un diminuto fragmento de una película en YouTube esté haciendo algo que deba ser sancionado. No existe un comportamiento predatorio alguno por mi parte. Entra perfectamente dentro de eso que los anglosajones denominan fair use, uso legítimo o uso razonable. Pero Google ofrece a los productores de contenido que considera importantes una herramienta para que las coincidencias aparezcan de manera automática, y estos, sin ningún tipo de problemas, emiten takedown requests, peticiones de bloqueo, como quien lanza caramelos en un desfile, que resultan en errores de todo tipo. Si como afectado quieres reclamar, el procedimiento resulta farragoso, complejo, intimidatorio y aparentemente inútil: es como intentar pelearse con un gigante que además es amigo del dueño de la casa. Es un tema que he comentado incluso con altos directivos de Google, que me han reconocido que el planteamiento no era correcto. Para Google, el usuario es pura materia prima, pares de ojos carentes de derechos que son vendidos a granel a esos verdaderos clientes a los que se dedica a agasajar impenitentemente. Algo me dice que jamás veremos a Google desarrollar un sistema de sanciones como el propuesto para castigar esos excesos. Los problemas de los usuarios son simplemente un daño colateral.

Google y otros han entregado una guillotina al lobby del copyright, y no le han puesto condiciones algunas para su uso. El resultado, a la escala correspondiente, es el Terror. Un dislate que es completamente necesario corregir.


Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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