Un interesante artículo de Time, "How Skype is changing the job interview", habla de la creciente costumbre de las empresas de realizar las entrevistas de trabajo a través de una cámara web, típicamente utilizando Skype, la plataforma más extendida. Las razones resultan evidentes: ahorro de costes de desplazamiento para el candidato o para la empresa, apertura del abanico de candidatos a otros lugares geográficos, y mayor flexibilidad a la hora de planificar las entrevistas con los distintos directivos responsables de la contratación que, en muchos casos, pueden encontrarse también en diferentes centros de trabajo. En España, este tipo de entrevistas no se hacen todavía demasiado, pero su uso indudablemente va a crecer. Poder entrevistar a candidatos de cualquier lugar del mundo sin tener que pagarles un viaje y atenderles mientras están en el país es indudablemente un buen incentivo en los tiempos que corren.
Los consejos son, en muchos casos, completamente evidentes, pero no por ello deja de ser recomendable echarles un vistazo. Además, añadiré mis propios consejos: en primer lugar, y fundamental, una entrevista de trabajo, con Skype o sin Skype, es una entrevista de trabajo. Vístete igual que como lo harías si fueses a acudir en persona a la entrevista, y procura que el elemento videoconferencia no añada nerviosismo o genere desventajas: si no has hecho videollamadas habitualmente, y con habitualmente me refiero a muchas veces, prepárate el tema haciendo un buen número de ellas a varias personas de confianza. No practiques siempre con la misma persona, por mucha confianza que tengas con ella: las configuraciones de Skype no siempre funcionan a la primera, y conviene que hayas practicado la resolución de problemas en algunas ocasiones para saber cómo reaccionar si la cosa falla o da problemas.
Haz pruebas de sonido con y sin cascos. En algunos ordenadores, como en la mayoría de los Mac, el uso del micrófono de la propia máquina proporciona un sonido suficientemente bueno como para que puedas evitar los cascos. Entrevistarse con una persona con cascos introduce un elemento de distracción, ajeno y poco natural. En otros ordenadores no es así, y si el micrófono no es bueno, es mejor usar uno externo. Con los auriculares, lo mismo: haz pruebas. Si puedes evitarlos, es mejor hacerlo: generalmente, el altavoz del ordenador será suficiente. Si los altavoces son externos, asegúrate de que los pones cerca de la pantalla: cuando hablas con una persona, escuchar lo que te está diciendo proveniente de un punto distinto a aquel en el que la estás viendo provoca una sensación muy poco natural que puede ser incómoda. Si tienes el ordenador conectado a un sistema Surround 5.1, mi consejo es que lo desconectes, a no ser que lleves mucho tiempo usándolo en videollamadas y estés muy acostumbrado al efecto.
Iluminación: es fundamental. Que sea suave, y nunca desde atrás. Los contraluces oscurecen el rostro y ocultan rasgos y gestos, algo fundamental en una entrevista. No puedes tener una ventana detrás, o parecerás una sombra, ni apuntarte directamente con el flexo, o estarás lleno de sombras. Además, controla lo que tienes en el fondo. Los fondos llenos de cosas distraen, cuando precisamente lo que quieres es que se fijen en ti. Por supuesto, que no se vean cosas desordenadas en el fondo, ropa tirada, restos de comida o el cartel de tu secta satánica favorita: parece de puro sentido común, pero no siempre nos damos cuenta de ello. No vistas de blanco, ni con camisas de mil rayas o con cuadros muy pequeños: las blancas provocan sobre-exposición y son incómodas para quien está al otro lado, las de patrones repetitivos pequeños pueden provocar efecto moiré, muy desagradable. Algunas corbatas con brillos tampoco son recomendables. Camisas azules, con colores suaves y que se diferencien claramente del fondo que tengas, pueden ser adecuadas. Haz pruebas previamente hasta que te encuentres a gusto con el efecto. Para ellas, básicamente lo mismo, salvo el detalle de tener cuidado con escotes y transparencias, seguramente es recomendable que seas un puntito más conservadora de lo que lo serías en persona. No se controla igual un escote delante de una persona que delante de una cámara (con la cámara no ves cómo te mira :-) y hay movimientos y ángulos que generan planos que pueden ser incómodos. No se recomienda estar completamente de frente a la cámara, se dice que lo ideal es sentarte en una posición levemente oblicua, con las rodillas en dirección a una de las esquinas de la pantalla, de manera que tengas que ladear un poquito la cabeza para mirar a la cámara. Pero de nuevo
practica hasta que estés a gusto.
Si tu cámara es muy antigua y vas a tener una entrevista, puede ser el momento perfecto para regalarte una mejor. La resolución de las cámaras web ha aumentado muchísimo en los últimos años manteniéndose en precios perfectamente razonables, y eso es algo que realmente puede marcar una gran diferencia. Ojo a qué altura la pones: los portátiles que tienen la cámara integrada en la parte superior de la pantalla son ideales, coincide más o menos a la altura del cuello, y genera una postura bastante natural. Si es un fijo, a veces esa posición produce un picado que resulta incómodo, al igual que si la pones sobre la mesa y genera un contrapicado demasiado fuerte (y que tiene su peligro sobre todo si eres mujer).
Aíslate. Completamente. Si estás en una entrevista de trabajo, que te suene el móvil es impresentable (y mucho más si lo contestas), y la misma mala impresión produce con webcam que en persona. Apaga el móvil, desconecta el fijo, cierra otros programas de mensajería como Messenger o GTalk, encierra al perro en otra habitación donde no lo oigas si le da por ladrar, y pon un cartel grande en la puerta. No quieres interrupciones. Ninguna interrupción.
Ojo con la cámara. No te acerques a ella, aunque seas de los que cuando hablan, se inclinan hacia delante. Los movimientos bruscos están completamente desaconsejados, y aunque puedas obviamente gesticular si es tu costumbre, intenta reducirlo algo y mantener controlado el rango de movimientos. La distancia debe ser adecuada: ni incómodamente lejos, ni demasiado cerca. Idealmente, un plano en el que aparezca tu cara y hasta un palmo por debajo de la barbilla, aproximadamente. Ojo con la mirada: lo normal es hablar mirando a la ventana donde estás viendo a las personas, pero eso es un error: provoca una ruptura de la conexión visual, te están viendo como si no les mirases. Para que te vean mirándoles a los ojos, tienes que estar mirando a la cámara, no a su ventana. Procura situar la ventana en la que les ves en la misma dirección que donde tengas la cámara, pero aún así, intenta mirar directamente a ella la mayor parte del tiempo. Cuando te estén hablando, es aceptable que mires a la persona, pero tampoco lo hagas todo el rato: la persona te está mirando, y si tú haces lo mismo, te verá mirando a otro sitio, no haciendo contacto visual. Piensa en lo desagradable que es y en la poca credibilidad que refleja una persona que cuando te habla o le hablas, no te mira directamente, e intenta evitar ese efecto.
No dejes de prepararlo como una entrevista de trabajo: ya sabes que hay preguntas que van a salir seguro, tenlas bien preparadas. Tus puntos fuertes y débiles, temas relacionados con tu experiencia, etc. Idealmente, prepara los documentos que puedan ser necesarios (currículum, muestras de trabajos anteriores, publicaciones, etc.) y déjalos en una página web que tengas abierta en pantalla. En cualquier momento, si quieres enseñar cualquier cosa, es muy sencillo que simplemente copies la dirección del documento en cuestión y se la pases por una ventana de chat: además de ser útil en muchos casos, revela profesionalidad, recursos, y buen uso de la herramienta. Esa debe ser la única ventana abierta en tu pantalla además de Skype: nada de correo electrónico ni cosas por el estilo. Recuerda: no distracciones.
Finalmente, ancho de banda. Si no tienes una buena conexión, si tu velocidad de subida es muy lenta, intenta irte a un sitio donde tengas buena conexión. Ten mucho cuidado con programas P2P o con otros usuarios de la casa: que nadie se ponga a ver un vídeo de YouTube o a bajarse un episodio de Fast Forward. Nada hay más desagradable que hacer una entrevista y que se oiga fatal, se corte o se esté pixelando cada dos por tres. Durante la entrevista, quieres todo el ancho de banda para ti.
Hablamos de algo que sin duda, se va a hacer cada vez más habitual. Si tu próxima entrevista es a través de una cámara, que no te pille de sorpresa.