El papel persiste como principal soporte para la lectura, pero este panorama puede cambiar si triunfa de una vez por todas la tinta electrónica y, por ende, los aparatos lectores de dicho formato. Las expectativas creadas ante la aparición a finales del año pasado de Kindle, el lector de libros electrónicos de Amazon, unidas al lanzamiento de otros dispositivos similares, están sirviendo para que los usuarios den una nueva oportunidad a una tecnología de lectura que no termina de cuajar a pesar del crecimiento de la oferta de libros digitales.
El libro electrónico es una de las eternas promesas que la industria tecnológica y la editorial vienen proclamando desde hace diez años. Sin embargo, en el mercado no termina de imponerse. Básicamente, los usuarios se encuentran con dispositivos portátiles lectores de libros electrónicos de excesivo precio y que reproducen una cantidad muy limitada de formatos de archivo (no hay que olvidar que el libro electrónico es en sí mismo un archivo de texto), así como con un catálogo reducido de títulos a un precio cercano a la versión en papel. Debido a esto, la demanda de libros electrónicos es escasa, aunque en los últimos meses diferentes iniciativas están haciendo que resurja con fuerza la demanda de aparatos lectores.
Productos caros y con poca oferta
Empresas pioneras en la creación de lectores como Sony y Panasonic han fracasado en diversas ocasiones por la falta de colaboración editorial
Los clientes potenciales del libro electrónico son personas aficionadas a la lectura que ven en la comodidad del transporte y almacenaje de cientos de libros dentro de una simple tarjeta de memoria una de sus principales ventajas, con lo que en principio no debería haber problemas para tener un mercado sólido, más teniendo en cuenta que los avances en la tinta electrónica le han dado mucha calidad de definición.
Sin embargo, el problema fundamental del libro electrónico es precisamente la actitud de las editoriales a la hora de crear un mercado del libro digital. Éstas publican ediciones electrónicas a precios muy altos y con restricciones del tipo DRM. Empresas pioneras en la creación de estos dispositivos, como las compañías japonesas Sony y Panasonic, han fracasado en diversas ocasiones por la falta de colaboración editorial. Además, algunos expertos consideran que la redistribución en los porcentajes de la venta de libros electrónicos debe variar para que el autor salga más beneficiado que hasta ahora, lo cual afectaría al negocio editorial.
De todos modos, las tendencias respecto al futuro del libro electrónico también vienen marcadas por la conexión a Internet para la compra y descarga de títulos, la disponibilidad de los mismos y el desarrollo de un software social que permita hacer anotaciones compartidas, así como la dotación de funcionalidades táctiles y multimedia en los aparatos.
Kindle de Amazon
Kindle es un dispositivo portátil para el almacenaje y lectura de libros electrónicos lanzado por la tienda Amazon en noviembre del año pasado. Cuenta con una pantalla de tinta electrónica y posee conectividad a Internet mediante redes 2.5 G, aunque limitada únicamente para poder acceder a la tienda "online" de Amazon para comprar y descargar libros.
Actualmente, el catálogo de libros disponibles para Kindle es de 100.000 títulos, además de versiones especiales de los periódicos y blogs más populares, entre ellos el New York Times. Su peso es de 300 gramos y, según el fabricante, la batería puede durar hasta 30 horas de lectura continua. El precio es de 399 dólares y cada libro tiene un precio medio de 10 dólares.
Papyre 61
Papyre es un libro electrónico distribuido por la empresa española FacThor Innovación, que dispone de una tienda "online" para la venta de contenido asociado al dispositivo. Los formatos que lee Papyre son los más comunes, es decir: PDF, TXT, RTF, DOC, HTML e incluso puede reproducir formatos como MP3 y JPG. Aunque cuenta con una memoria interna de 512 megabytes, es posible insertarle una tarjeta SD de hasta cuatro gigabytes.
Según el fabricante, la batería es capaz de mostrar hasta 10.000 páginas antes de que se agote. Esta larga duración se debe a la utilización de diferentes intensidades de tinta electrónica para la visualización de los textos. La pantalla tiene unas dimensiones de seis pulgadas y una resolución de 600 x 800 píxeles y cuatro niveles de grises. El dispositivo tiene un peso de 200 gramos y unas dimensiones algo menores que un folio A4. El precio es de 350 euros.
iRex iLiad
iRex iLiad es un dispositivo que permite la lectura electrónica así como la edición de documentos. En España está comercializado por Leer-E, una empresa pionera en vender el aparato junto con una oferta de contenidos. Leer-E dispone de un catálogo "online" de más de 500 títulos en castellano y prevé alcanzar los 2.000 para antes de final de año.
El dispositivo es capaz de visualizar documentos en formato PDF, HTML, TXT y RTF. Sus dimensiones son aproximadas a un tamaño A5 y cuenta con un preso de 390 gramos. La pantalla de tinta electrónica tiene un tamaño de ocho pulgadas y una resolución de 768 x 1024 píxeles con 16 niveles de grises. Para poder incrementar su memoria de almacenamiento cuenta con varias ranuras de tarjetas de memoria tipo CompactFlash y MultiMediaCard. También cuenta con conectividad wifi y puerto de red del tipo LAN. Aunque la pantalla no es táctil, su manejo se hace mediante una pluma, al igual que unatableta gráfica. Está disponible desde los 499 euros en la versión sin conexión wifi.
Read&Go: leer la prensa en el móvil
Una de las posibilidades que ofrece este tipo de dispositivos es la descarga de periódicos en versión digital. El pasado mes de abril, la compañía de telecomunicaciones Orange presentó Read&Go, un terminal móvil concebido para la descarga de periódicos de forma diaria y su actualización permanente. Para ello, Orange llegó a un acuerdo con cinco de los principales periódicos franceses con el fin de que participaran en el experimento. La plataforma Read&Go cuenta con conectividad wifi y 3G y permite el almacenaje de un gigabyte de datos, unos 200 periódicos. El modelo de negocio estará basado en la geolocalización para mostrar información relacionada y local a los usuarios que estén consultando los periódicos en tiempo real.