Cuando ya resulta imposible encontrar un teléfono sin cámara, Samsung ha presentado un revolucionario nuevo concepto: la cámara con teléfono. El Galaxy S4 Zoom es el sucesor espiritual de la Galaxy Camera, pero, a diferencia de su sucesor, permite realizar llamadas. Eso sí, por mucho que su nombre pueda hacer pensar que se trata de unGalaxy S4 con una cámara sorprendente, sus especificaciones son las de un terminal mucho más modesto, como el Galaxy S4 Mini.
Por ejemplo, la pantalla es de únicamente 4,3 pulgadas y con una resolución de 960x540 píxeles, en lugar de la de 5 pulgadas y resolución 1080p del teléfono que ha batido el récord de ventas de Samsung y ha logrado plantar cara a las cifras del iPhone.
Por su parte, el procesador no es que esté lejos de los 8 núcleos que tiene el Galaxy S4 en algunos mercados, sino que ni siquiera llega a los 4 con los que cuenta la versión menos potente del teléfono. En lugar de ello, Galaxy S4 Zoom monta un procesador de doble núcleo a 1,5 GHz. En principio, debería dar la talla, pero el rendimiento no será, ni de lejos, el mismo que en el S4 original.
Su punto fuerte es, obviamente, su cámara de 16 megapíxeles, zoom óptico de 10x, flash de xenón y un gran angular de 24 mm. Sobre el papel, se trata, sin duda, de una de las mejores cámaras que se pueden encontrar hoy en un teléfono Android, si no la mejor. Además, por supuesto, incluye funciones y herramientas adicionales. Pero el problema es que, por mucho que el diseño imite al del Galaxy S4 en la parte frontal, la trasera nos indica que, en realidad, estamos ante una cámara Android. O, en el mejor de los casos, un híbrido.
Tampoco está muy claro que este tipo de dispositivos tengan mercado. No cabe duda de que los smartphones cada vez se usan más para hacer fotografías y que la cámara es uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de elegir un teléfono. Sin embargo, darle tanta importancia a una función que no deja de ser secundaria podría ser demasiado arriesgado, especialmente cuando repercute en el diseño de una forma tan evidente.
Otra cuestión que merece la pena remarcar es la obsesión de Samsung con extender la familia Galaxy S4. Está claro que es su producto más popular y se puede comprender que quiera aprovecharse de su tirón, pero la experiencia con este dispositivo o con el Galaxy S4 Mini es completamente distinta.
Lo peor es que esto puede repercutir de forma negativa en la imagen del S4, que, conviene recordarlo, esun magnífico teléfono. En este caso es especialmente sorprendente, pues ya había un producto mucho más parecido al Galaxy S4 Zoom, Galaxy Camera. Además, ya era parte de la gama Galaxy. Por lo tanto, parece evidente que Samsung trata de exprimir al máximo su producto estrella.
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