Un negocio emergente
¿Qué ocurre con los datos cuando se pulsa el botón de 'aceptar los términos del contrato' en el último servicio de moda web 2.0 al que el usuario se ha suscrito?
Un usuario que lleva un tiempo navegando por Internet, sonríe al recibir una cadena de emails de un conocido, debido a que ha aprendido que la finalidad de esas cadenas, entre otras cosas, es recopilar miles de direcciones de correo electrónico por parte de empresas ubicadas en cualquier parte del mundo, para posteriormente enviar centenares de correos basura a sus cuentas.
Sin embargo, ¿qué ocurre con los datos cuando se pulsa el botón de 'aceptar los términos del contrato' en el último servicio de moda web 2.0 al que el usuario se ha suscrito? ¿Lee la gente la letra pequeña y es consciente de las cláusulas que se le imponen sólo por utilizar servicios como Flickr, Youtube o Gmail? El pasado año fue notable la polémica que se desató en el Reino Unidos con las cláusulas de MySpace.
En esta época donde la gran mayoría de los servicios webs son de acceso gratuito y sólo se requiere rellenar un formulario previo de registro para acceder al servicio, el usuario debe aceptar una serie de cláusulas sobre los datos que está dando, sin tener un conocimiento claro de los usos que se harán de ellos.
El usuario debe aceptar una serie de cláusulas sobre los datos que está dando, sin tener un conocimiento claro de los usos que se harán de ellos
En muchas ocasiones, las condiciones del contrato especifican que la utilización del servicio supone la cesión de los datos utilizados en la inscripción a la empresa X, que posteriormente los venderá a las empresas de marketing online a fin de que éstas perfilen los gustos del usuario, hagan estudios detallados de mercado e incluso envíen publicidad que colapsa los servicios web y termina casi siempre en la carpeta de Spam. El tráfico legal de datos personales es un negocio próspero y emergente.
Según un estudio presentado recientemente por la Asociación de Publicidad Directa y Bases de Datos (PD&BD), y elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers, el mercado de bases de datos para marketing directo facturó en España, durante 2006, 31,07 millones de euros. La mayor actividad del sector se centró en la creación de las bases de datos, pero respecto a la venta de las mismas, actualmente el 7,13% de las ventas de bases de datos se realiza online.
El mercado de bases de datos para marketing directo facturó en España, durante 2006, 31,07 millones de euros
El sector registra una gran concentración; las cinco principales empresas del mismo alcanzan el 71,7% del volumen de negocio, suponiendo el 93,34% de la facturación. Sin embargo, la PD&BD considera que el actual marco legal es excesivamente restrictivo, con sanciones desproporcionadas que frenan la competitividad y limitan la inversión.
En España, la Agencia de Protección de Datos es la encargada de supervisar la legislación vigente sobre protección de datos y sobre la gestión de las bases de datos comerciales (se cuentan por miles) que están en poder de las empresas y de la propia administración.