15 Sep 2008 00:19:59
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La Opinión de Manuel Mandujano G.
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Muchos cronistas han acogido la aparición del navegador Chrome, de Google de usuario individual, y se comprende porque son individuos y usuarios, y los lectores lo son. Con el paso de los días, empezaron a escribir que a la novedad, todavía en versión beta, le faltan hervores si Google pretende que lo adopten las empresas, hasta ahora fieles a Explorer, el equivalente de Microsoft. El esfuerzo para sacar el producto al mercado sólo se justificará si genera negocio, si contribuye a articular ese ecosistema de aplicaciones que lleva tiempo tejiéndose en torno al buscador más popular, y que se llama Google Enterprise. En mayo pasado, David Mitchell-Smith, analista de Gartner, pronosticaba en Barcelona que Google se empeñará a fondo en su intento de penetrar en las empresas, pero "no logrará un impacto significativo antes del 2015". Sería el periodo de gracia - añadía- de que gozará Microsoft para frenar su declive, antes de que afecte a sus negocios más rentables. Es un tema recurrente: durante dos décadas, se han escrito crónicas sobre los desafíos lanzados contra Office y Exchange, los dos miembros más lucrativos de la familia Windows. En la práctica, ningún aspirante ha hecho mella en el muro. ¿Por qué estas dos piezas de software, a menudo criticadas, son raramente abandonadas? Porque los responsables de sistemas no ven alternativas creíbles. Google aspira a que sus aplicaciones - empaquetadas como Google Apps- sean la alternativa. ...
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